
La humanidad se está desarrollando y las enfermedades se están desarrollando junto con ella. A veces, las enfermedades en su desarrollo están por delante de la medicina y las personas se enfrentan cada vez más a la impotencia. En los momentos en que la vida de una persona depende solo de sí misma y de la suerte del nivel divino, las conspiraciones y las oraciones vienen al rescate. El Señor es el último recurso al que recurrimos cuando las esperanzas se convierten en polvo.
Una trama de 40 enfermedades mortales.
No se sabe de dónde surgió una conspiración tan completa. Existe desde hace mucho tiempo y la práctica demuestra que es realmente eficaz. Su fecundidad se demuestra en situaciones en que los mejores médicos rechazaron a la persona. Si una persona no cae en el desánimo, pero cree fielmente en los poderes superiores, la conspiración tendrá un efecto beneficioso.
Lo más óptimo es leer una conspiración u oración de cuarenta enfermedades mortales con anticipación. La magia protegerá a una persona sana de una gran cantidad de dolencias. Entre ellos: enfermedades infecciosas, enfermedades del tracto respiratorio, corazón, vasos sanguíneos, órganos digestivos y muchos otros.
La oración también es efectiva en los casos en que la verdadera causa de la enfermedad aún no se ha aclarado, pero la persona se siente extremadamente enferma. En este caso, las palabras de oración ayudarán a ahuyentar una oración terrible.
Es importante no olvidar la regla principal de cualquier oración: un milagro es imposible sin fe.
Como leer
Es necesaria una conspiración de enfermedades para leerse todos los días de la luna menguante antes de acostarse. Un elemento importante del ritual es la vela. Quemado en el alféizar de la ventana, atrae la atención del Todopoderoso. La oración se lee en una vela.
Hay un método meditativo que combina una conspiración de 40 enfermedades mortales y conspiraciones de enfermedades oculares. En qué días el calendario lunar les dirá que lean: se sabe que la luna menguante lleva consigo todo lo negativo. Cada vez que tramas una enfermedad, hazlo con los ojos cerrados. Concéntrese en la luz roja que baila y hable hasta que la vela se apague. Después de eso, no abra los ojos hasta que el punto rojo se disuelva en la oscuridad. Esto ayuda a mejorar la visión.
El texto de una conspiración de 40 enfermedades mortales debe ser memorizado y pronunciado sin errores. Al pronunciar las palabras de la conspiración, invierta en ellas la verdadera fe y súplica, solo de esta manera actuará la conspiración:
Ángeles del cielo, santos ángeles,
Tómalo y llévalo al Señor Dios,
Jesucristo, todas mis palabras
Todo mi pedido.
En el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén
La gente se enferma, la gente sufre
La gente se está muriendo.
¿Quién consideró estas enfermedades?
¿Quién contagió estas enfermedades en las personas?
Levántate, ramitas, sacúdete
Baja y vete al infierno
Rodéate, cae del esclavo de Dios (nombre),
A su alma revivida
Y el cuerpo dejó de doler.
Dios bendiga todas mis palabras
Todas mis cosas curativas.
Y lo que extrañé
Lo que se pierde, el Señor ordenará
Y el ángel dirá todas las palabras por mí.
Llave, cerradura, lengua.
Amén Amén
Amén
Las consecuencias
Por supuesto, no debe esperar que las conspiraciones y oraciones por una enfermedad de las piernas, las articulaciones, los huesos y el aparato motor realicen un milagro. Los huesos en sí mismos no crecerán juntos y sin la ayuda de la medicina, las heridas no se pueden coser en una palabra. Pero a veces la enfermedad puede prevenirse o eliminarse.En situaciones donde, según los médicos, nada depende de una persona y la medicina, las oraciones y las conspiraciones vendrán al rescate. La fe es el motor de las fuerzas espirituales, y las fuerzas espirituales son el soporte de lo físico. Cualquier palabra que lleve un mensaje benevolente tiene un gran impacto en el destino humano.
Con la ayuda de la magia blanca se crean milagros inimaginables. La magia blanca, como un capullo, protege el aura humana de los efectos negativos del entorno externo. El creyente siempre sonríe al Señor.